Artículo 30 Ley 1393, un método de pago inexplorado

Sin duda alguna, uno de los gastos más difíciles de cubrir en una compañía es el valor de la nómina de los colaboradores, sumado a eso encontramos los valores que mensualmente se pagan por conceptos como aportes a Seguridad Social, pago de parafiscales y prestaciones sociales que, aunque se cancelan en ciertas fechas del año, algunas compañías, las más juiciosas, lo provisionan mes a mes.

Suponiendo que en Colombia todas las empresas tuvieran trabajadores que devenguen menos de 10 SMMLV y que además todas hicieran de manera juiciosa el ejercicio de provisionar, tendríamos que en promedio las empresas deben contar con un costo adicional al salario del trabajador de alrededor del 38.87%, llevando este porcentaje a valores tenemos que un trabajador que devengue $2.000.000 de sueldo básico, resulta costándole a la empresa la suma de $2.777.340, es decir $777.340 adicional a lo pactado en el contrato. ¿Y si eso lo multiplicáramos por 10 trabajadores con las mismas condiciones?
Con todo y esto, luego de tener una normativa laboral rígida bajo la sombra del eterno Código Sustantivo de Trabajo, se hace muy complicado ser generador de empleo en Colombia.

Así, desafortunadamente las compañías se ingeniaron sus artimañas para que por medio de contratos malogrados se obligara a trabajar a los colaboradores con salarios mínimos y auxilios no constitutivos de salario que, en ocasiones triplicaban lo pactado salarial; práctica que abiertamente era abusiva. Pero, entonces, ¿cómo poder sobrellevar un costo tan alto por contratar a alguien? Muchos empresarios tienen como teoría que la solución es pagar menos y prueba de ello es que en las ofertas laborales ponen anuncios como “salario mínimo más todo lo de ley”, como si fuera opción no pagarlo y lo hacen ver como un beneficio.

El panorama a simple vista parece abrumador, pero en el año 2013 el Congreso de la República reglamentó el monto máximo de los pagos que no son constitutivos de salario y les entregó a las empresas, indirectamente, una herramienta que hoy muchos desconocen. La flexibilización salarial o desalarización, es un método de remuneración que cada vez toma más fuerza dentro de las compañías ya que convierte ese 38.87% en un 23,32%, esto quiere decir que lo que anteriormente veíamos reflejado por valor de $777.340, para el ejemplo pasaría a ser $466.404, alrededor de $311.000; un alivio que le dan a las empresas dentro de sus pagos de cada mes. No obstante, es preciso señalar que no en todos los casos es posible aplicar este método de remuneración y para eso es necesario un estudio previo realizado por expertos en la materia.

Trata de convertir un máximo del 40% del total de la remuneración en un pago NO SALARIAL, sin que esto signifique una desmejora de las condiciones iniciales del contrato, sin embargo, es necesario que el colaborador acceda a esta modificación, es por eso que la comunicación del método debe ser explicado de manera correcta mostrando sus aspectos negativos y beneficios.

En conclusión, esta alternativa permite que la compañía pueda redireccionar los recursos, que se ahorren en mejorar los procesos, en multiplicar los empleos y en beneficiar a sus colaboradores.